Es una enfermedad respiratoria conocida como “Tos de las perreras”, debido a que se asocian comúnmente a estos lugares, ya que, su contagio es por contacto directo entre perros. Sin embargo, también puede ser ocasionada por otros factores como: Estrés, alimentación, ambiental y la falta de vacuna.

Esta enfermedad es provocada por varios agentes tanto bacterianos como virales, entre los cuales se encuentra la Bordetella bronchiseptica (agente bacteriano principal de esta enfermedad), Parainfluenza canina y Adenovirus, entre otras.

Las mascotas que más se ven afectadas con esta enfermedad son aquellas que:

• Son sociables.

• conviven varios perros.

• salen habitualmente a la calle o son llevados a parques.

• Van a peluquerías, etc.

¿Cómo reconocerla?

Su síntoma más característico es la tos, la cual se asemeja a un “graznido de ganso” o como lo perciben los tutores “como que tuviera un hueso atrapado en la garganta”, esto se produce debido a que las mucosas de las vías respiratorias altas y de la tráquea están inflamadas.

Otros síntomas que podrían presentar son:

• Mocos

• Vómito (espumoso y blanco)

• Estornudos

• Dificultad al respirar

• Fiebre

Su diagnóstico es Clínico, el cual debe ser realizado por su Médico veterinario de cabecera, este inspeccionará físicamente a su mascota en consulta y determinará la enfermedad.

Esta será tratada con antibióticos y/o antiinflamatorios, según su avance y gravedad puede ser tratada además con antitusígenos, broncodilatadores y mucolíticos.

Es por esto que se recomienda prevenir esta enfermedad mediante sus vacunas la cual pueden ser aplicadas en cachorros desde las 3 semanas de edad, para luego continuar con vacunas anuales.